En el municipio más pequeño de Portugal, de apenas ocho kilómetros cuadrados, se encuentra la única fábrica de lápices de toda la península ibérica.
Actualmente da empleo a 24 personas manteniendo una producción totalmente artesanal y manual. Una historia de más de 100 años que continúa conservando un sabor legendario, ya que adentrarse en la fábrica es como realizar un viaje en el tiempo, trasladándose a la época de la revolución industrial.
La fábrica que lleva por nombre VIARCO fue fundada en 1907 y se encuentra en la localidad de São João da Madeira perteneciente al distrito de Aveiro y muy próxima a Oporto; pero esto no siempre fue así, pues en un principio se ubicó en la localidad de Vila Do Conde y tuvo por nombre Portugalia.
Fundada por sendos socios y a pesar de estar bien constituida como productora de artículos de escritorio su actividad se verá afectada con la entrada de Portugal en la primera guerra mundial y sobre todo por la depresión de 1929.
Será en el año 1931 cuando el empresario del sector sombrerero Manuel Vieira Araújo, figura prominente de São João da Madeira, adquiera y se haga cargo de la fábrica de lápices trasladando a la mayoría de sus operarios y todo el equipamiento, funcionando a la perfección, hasta su ubicación actual y definitiva a principios de los años cuarenta del pasado siglo.
Actualmente el cincuenta por ciento del volumen de negocio responde a la demanda de países como Estados Unidos, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica, España, Taiwán, Inglaterra, China o Dinamarca.
Producen piezas para todo el mundo que poseen un potencial de expansión enorme ya que fabrican lo que otros no realizan: lápices gruesos y finos de grafito,ceras y pinturas de colores. Así es sencillo encontrar lápices «made in VIARCO» en museos como el MoMa de New York o el Guggenheim de Bilbao.
La oferta de sus artículos se ha modernizado adaptándose a las nuevas demandas y ofrece productos para artes gráficas y novedosos lápices para pintar al agua que ofrecen gran solubilidad y extensa gama de tonos pero si he de destacar un producto estrella es la primera caja de pinturas para daltónicos.
En febrero de este mismo año VIARCO compartió en una escuela de Mozambique una experiencia maravillosa realizando un rastreo de daltonismo entre niños seropositivos con el lema: «los colores son para todos». Un proyecto desarrollado para mejorar la calidad de vida de pequeños y grandes que fue un éxito absoluto.
Si visitan Portugal, VIARCO fábrica de lápices, se traduce en visita obligada.